
Desde hace años y gracias al poder de difusión de internet, todos estamos familiarizados con la imagen de muchos animales exóticos que, hasta hace poco, no eran tan populares o conocidos. Este es el caso de los perezosos, animales folívoros del orden Pilosa que habitan las zonas tropicales del centro y sur de América. A grandes rasgos podemos distinguir entre perezosos de dos dedos (género Choloepus, de la familia Megalonychidae) y perezosos de tres dedos (género Bradypus, de la familia Bradypodidae). Tal vez lo que más llama la atención de estos animales sea su lentitud. Becky Cliffe, zoóloga británica que trabaja en la Fundación para la Conservación de Perezosos de Costa Rica, menciona para BBC Future que «solo cuando ves a los perezosos en la naturaleza te das cuenta realmente de lo lentos que son, ¡pero no vagos!». A pesar de su fama, los perezosos sólo duermen alrededor de 10 horas de media, 6 menos que los ejemplares en cautividad.

La dieta de estos animales se compone principalmente de hojas y fruta, alimentos poco calóricos pero ideales si eres un mamífero que pasa su vida colgado boca abajo en los árboles y sin esfuerzo. Gracias a sus garras en forma de garfios, los perezosos comen, duermen, se aparean e incluso dan a luz en una posición invertida y descienden solamente al nivel del suelo para defecar. Ya que el cuerpo de los perezosos posee varias adaptaciones que le permiten colgar boca abajo desde los árboles, son físicamente incapaces de caminar y básicamente se arrastran por el suelo, generalmente de un árbol a otro. Así, en 2014, Rebecca Cliffe y su equipo publicaron en la revista Biology Letters un estudio donde analizaron cómo era posible que estos animales pudieran respirar sin un costo energético alto de inspiración, teniendo en cuenta su lento metabolismo. En este caso, usando como sujeto de estudio la especie Bradypus variegatus, se comprobó que tienen múltiples adherencias internas que soportan el peso de los órganos cuando su cuerpo está invertido, evitando así que éstos presionen el diafragma y permitiéndoles respirar sin que este peso afecte al tórax. Además, la coautora del estudio afirma que estas adherencias podrían reducir el gasto de energía hasta un 13%, algo fundamental para este animal teniendo en cuenta su dieta. A diferencia de la mayoría de los mamíferos, la temperatura corporal y el metabolismo de los perezosos varían durante el día de acuerdo con la temperatura ambiente, que va desde los 24 hasta 33ºC.
En esta ocasión nos vamos a centrar en otro aspecto poco conocido pero realmente curioso de estos animales: la relación simbiótica que ocurre en su pelaje. Si en algún momento buscáis imágenes de estos mamíferos en su hábitat natural, podréis comprobar que a lo largo de su cuerpo presentan tonalidades verdes. Esto es debido al denso pelaje que tienen y cómo su crecimiento está orientado de tal manera que el agua escurre en dirección a su espalda, donde se acumula en unas grietas transversales propias de cada pelo del perezoso. Gracias a todo esto, crecen cianobacterias, algas verdes del género Trichophilus y hongos detritívoros. Al igual que nosotros, los perezosos evitan tener parásitos, impurezas o suciedad que les pueda perjudicar, por lo que dedican gran parte de su tiempo a acicalarse con sus largas uñas. En este proceso el perezoso ingiere las algas que mencionamos anteriormente, las cuales son ricas en lípidos y fácilmente digeribles, cualidades que escasean en la dieta de estos animales.

No acaba aquí la relación de simbiosis del perezoso con otros organismos, sino que se le suman las polillas del género Cryptoses y otras especies del género Pieridae. ¡Tal es su relación que a algunos de estos lepidópteros se les conoce como polillas del perezoso! Bien, pues la función de estos insectos es la de abonar las algas con sus excrementos, facilitando y promoviendo así su crecimiento. Continuemos con el ciclo. Anteriormente hemos señalado que el metabolismo de este folívoro es realmente lento. Tanto es así que solo necesita bajar de las alturas una vez en semana para hacer una pequeña depresión en el terreno con su cola vestigial y defecar. Este es el momento más peligroso para el perezoso y el que mayor gasto energético le supone, consumiendo un 8% de su energía diaria. Es en este momento cuando aprovechan los lepidópteros que habitan su espalda para depositar los huevos sobre sus heces. Las larvas de estos insectos son coprófagas, por lo que se alimentan de dichas heces. Cuando estas larvas crezcan, se subirán a la espalda del perezoso para continuar así el ciclo, escondidas en el denso pelaje de nuestro protagonista, donde estarán a salvo de los ataques de los depredadores y otras amenazas externas. Además, como resultado de estos viajes, las polillas transportan materia orgánica hasta la espalda de su hospedador.
El investigador Jonathan N. Pauli publicó en la revista The Royal Society en 2014 este ciclo y el papel de los hongos en él. Hemos comentado que su presencia en el pelaje del perezoso está extendida y es muy común. Al parecer, proveen de minerales a las polillas, las cuales aumentan su biomasa y con ello el nivel de nitrógeno que son capaces de transportar a la espalda del perezoso, aumentando así la efectividad del ciclo como en el caso de Bradypus tridactylus (o perezoso de tres dedos), donde se encuentran hasta 150 especies de lepidópteros, coincidiendo con el hecho de que se alimenta exclusivamente de hojas, una dieta no tan variada como la del perezoso de dos dedos. Apoyar el ciclo de vida de las polillas puede explicar por qué los perezosos tienen disposición a defecar en lo que es, para ellos, la parte más peligrosa del bosque, además de contribuir al éxito del perezoso como herbívoro arbóreo, una de las estrategias más limitadas y raras entre los vertebrados.

Para terminar cabría recordar lo indicado al inicio: el perezoso es uno de esos animales exóticos que, por desgracia para ellos, se han vuelto populares entre la población humana, de tal manera que en los últimos años la amenaza más importante para ellos es el comercio para su venta como mascotas a particulares.
Referencias:
1. Rebecca N. Cliffe, Judy A. Avey-Arroyo, Francisco Arroy, Mark D. Holton y Rory P. Wilson (2014). Mitigating the squash effect: sloths breathe easily upside down. Biology Letters, 10 (4), pp: 20140172.
2. Jonathan N. Pauli, Jorge E. Mendoza, Shawn A. Steffan, Cayelan C. Carey, Paul J. Weimer y Zachariah Peery (2014). A syndrome of mutualism reinforces the lifestyle of a sloth. Proceedings of the Royal Society B, 281 (1778), pp: 20133006.
3. Stephen Dowling. Why do sloths move so slowly? BBC Future (5 septiembre 2019). Disponible en: http://www.bbc.com/future/story/20190828-why-do-sloths-move-so-slowly
Recursos: La fotografía que se ha usado como portada (Bradypus variegatus) pertenece a Suzi eszterhas. La primera fotografía se ha extraído de Shutterstock y la segunda de Getty Images. La representación visual del ecosistema perezoso se ha extraído del artículo de Jonathan N. Pauli et al. (2014).
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